Mi aventura en Japón

Mi aventura en Japón



Llegar a un nuevo país

Japón: un país de contrastes y opuestos fascinantes. Aquí no sólo comencé mi carrera como entrenador, sino que también me conocí a mí mismo, descubrí mi pasión por la cocina local y me enamoré de su cultura. Llamo a Japón mi hogar, aunque ya no vivo allí.

En 1993, a la edad de 33 años, decidí mudarme a Japón. Mi ex compañero de equipo Yasuhiko Okudera elogió tanto el país que despertó en mi deseo de viajar.

Llegar al nuevo El país se caracterizó por una mezcla de emoción e incertidumbre. No sabía nada sobre este país. La cultura y el modo de vida japoneses me eran ajenos. Sin embargo, para mi sorpresa, mucha gente me conocía. Así que recibí una bienvenida muy cálida. Rápidamente encontré mi lugar en la comunidad. La cortesía y el respeto, que juegan un papel importante en Japón, me ayudaron a instalarme y sentirme cómodo.

Recuerdos de mi época como entrenador

En 1997 recibí mi licencia de profesor de fútbol japonés. Con esto ahora pude entrenar equipos de la J. League japonesa. Se sentaron las bases de mi carrera como entrenador. Como formador en Japón, enfrenté algunos desafíos que pusieron a prueba mi ingenio y mis habilidades. Uno de los mayores desafíos fue la barrera del idioma, ya que mi japonés no era muy avanzado cuando comencé mi estadía en Japón. Esto dificultaba la comunicación con los jugadores y el cuerpo técnico, pero rápidamente aprendí a hacerme entender mediante gestos, dibujos y ejercicios.

Otro obstáculo fue la brecha cultural entre mi origen europeo y la cultura futbolística japonesa. Tuve que adaptar y adaptar mis métodos de entrenamiento a las necesidades y expectativas de los jugadores. Esto requirió flexibilidad y apertura a nuevos enfoques, lo que finalmente se convirtió en una experiencia enriquecedora.

Sin embargo, guardé este momento firmemente en mi corazón futbolístico. Gracias al respeto de los jugadores japoneses, pude ser más yo mismo en el campo que nunca. Me atreví a hacer cosas que antes no me había atrevido a hacer. Esto me mostró particularmente lo importantes que son las nuevas experiencias para el autodescubrimiento.

Lugares de interés y aspectos culturales


Japón es rico en lugares fascinantes y aspectos culturales que me inspiraron profundamente durante mi estancia allí. Una de las experiencias más impresionantes fue visitar el Templo Kiyomizu-dera en Kioto, conocido por su impresionante estructura de madera y sus magníficas vistas de la ciudad. El templo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un símbolo de la rica tradición espiritual de Japón y me cautivó de inmediato.

Otra experiencia inolvidable fue un viaje a Santuario Fushimi Inari en Kioto, famoso por sus miles de puertas torii rojas que se extienden a lo largo de un pintoresco sendero de montaña. El santuario es un lugar importante en el sintoísmo y no solo ofrece un impresionante telón de fondo, sino también la oportunidad de experimentar de cerca la atmósfera espiritual de Japón.

Lo más destacado, sin embargo, es la playa cerca de Yokohama. Se llama “umi no koen”, que significa “parque junto al mar”. Especialmente por la mañana, cuando los pescadores comienzan a trabajar, el amanecer ofrece una atmósfera maravillosamente mágica que me dio una increíble sensación de equilibrio como ninguna otra cosa.


Japón es un país hermoso de cuya gente todos podemos aprender algo. Mis aventuras allí me hicieron quien soy hoy.